Vas a toda ostia a 300km/h y de repente aparece alguien, que te dice que aflojes y cuando lo haces te das cuenta de las cosas que están a tu alrededor. Cosas pequeñas que te hacen sentir bien. Y entonces es cuando te das cuenta de que las cosas solo pasan una vez, y de que por mucho que te esfuerces no volverás a sentir lo mismo.
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